Las hemorroides ocurren cuando las venas en el recto o el ano se hinchan debido a un aumento de la presión. Pueden ser internas o externas y son comunes tanto en hombres como en mujeres, especialmente después de los 50 años. El embarazo, el estreñimiento crónico, la obesidad y estar sentado durante períodos prolongados aumentan el riesgo. Los síntomas incluyen sangrado rectal, picazón, dolor e hinchazón. Un examen médico es esencial para descartar otras condiciones como el cáncer colorrectal.
Las opciones de tratamiento varían desde procedimientos no invasivos hasta soluciones quirúrgicas. La terapia láser ofrece una opción mínimamente dolorosa, mientras que la ligadura con banda elástica y la escleroterapia ayudan a reducir las hemorroides. Los casos graves pueden requerir hemorroidectomía o hemorrhoidopexia para un alivio a largo plazo.
La cirugía de hemorroides se recomienda para individuos con dolor severo y persistente, sangrado o hemorroides prolapsadas que no responden a cambios en el estilo de vida o medicamentos. Es necesaria cuando las hemorroides causan molestias, afectan las actividades diarias o recurren con frecuencia.
La cirugía también es requerida si las hemorroides se trombosan (se forma un coágulo sanguíneo), se prolapsan (protruyen de manera permanente) o causan sangrado excesivo que lleva a anemia. Dado que las hemorroides graves a menudo empeoran con el tiempo, la intervención quirúrgica es la solución más efectiva a largo plazo para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.
Existen varias opciones de tratamiento efectivas para las hemorroides, que van desde procedimientos mínimamente invasivos hasta intervenciones quirúrgicas, dependiendo de la gravedad de la condición.
Terapia con láser: Utilizamos tecnología láser avanzada para tratar las hemorroides, ofreciendo una solución mínimamente invasiva con menos dolor postoperatorio.
Ligadura con Banda Elástica: Se coloca una pequeña banda elástica alrededor de la base de la hemorroide dentro del recto, cortando su suministro de sangre. Como resultado, la hemorroide se encoge y cae naturalmente en unos pocos días.
Escleroterapia: Se inyecta una solución química en el vaso sanguíneo, lo que provoca que la hemorroide se reduzca con el tiempo.
Hemorroidectomía y Hemorroidopexia: Estos procedimientos quirúrgicos se utilizan para casos más graves, proporcionando alivio a largo plazo mediante la eliminación o reposicionamiento de las hemorroides para restaurar la función normal.
La curación después de los tratamientos para hemorroides depende de la técnica utilizada. La mayoría de los pacientes experimentan molestias durante unos días o semanas, lo que se puede manejar con analgésicos, baños de asiento y ajustes dietéticos. Puede ocurrir hinchazón y sangrado leve, pero gradualmente mejoran.
Para promover una recuperación adecuada, proporcionamos instrucciones personalizadas de cuidados postoperatorios, que incluyen higiene adecuada, ablandadores de heces para prevenir el esfuerzo y modificaciones en la actividad. Las citas regulares de seguimiento ayudan a monitorear el progreso de la curación y reducir el riesgo de recurrencia. Se anima a los pacientes a mantenerse hidratados y seguir una dieta rica en fibra.
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